Colocación cerámica: Adhesivos

El cemento cola, un antes y un después para el sector de la cerámica

La cerámica lleva presente en nuestras vidas desde tiempos inmemorables para la decoración y el revestimiento de la mayoría de zonas de la casa. Históricamente, se construía en con pequeñas piezas de gran absorción hasta que a principios del siglo XX con la  aparición de los primeros cementos cola, de la mano de Molins, se facilitó colocación de cerámicas sobre un mayor número de soportes (yeso, mortero, madera,…) y por tanto, favoreciendo así la creación, fabricación y el uso de piezas de mayor tamaño.  

Así, con la aparición de estos nuevos formatos de piezas y la necesidad de colocarlos correctamente surge la necesidad de nuevas técnicas de colocación como la de doble encolado, (una técnica en la que primero se extiende el material sobre el soporte para, a continuación, aplicar una capa de adhesivo en el reverso de la cerámica). Todos estos cambios, han hecho de los cementos cola una herramienta imprescindible para la colocación de cerámica

Esta mayor flexibilidad de formatos, gracias al uso del cemento cola ha permitido a los fabricantes de cerámica a optimizar sus procesos, fabricando piezas de hasta 3 m de longitud, adaptándolo a las necesidades del mercado y ampliando su aplicación a todo tipo de revestimientos. 

Así, se ha incrementado considerablemente el tamaño de la cerámica, provocando que la colocación no solo se vea condicionada por la absorción de las piezas, sino por los cambios en los formatos de las baldosas y los nuevos materiales. Y es que no solo debemos tener en cuenta los materiales con altas prestaciones, sino también la tecnificación de la aplicación, que se ha convertido en algo muy importante. 

La colocación de cerámica se encuentra regulada, en concreto, por la norma UNE 138002, que analiza los materiales, técnicas y especificaciones para este proceso. Uno de los requisitos principales para la aplicación de piezas de gran formato, por ejemplo, es tener una planimetría en el soporte de 1,5 mm medidos con una regla de 2m. Esto nos va a garantizar un correcto macizado de las piezas y como no podía ser de otra manera, su colocación se deberá realizar mediante la técnica de doble encolado para asegurarnos de la perfecta adhesión de las piezas al soporte, así como el uso de maquinaria y sistemas de nivelación específicos en función del tamaño de las piezas utilizadas. 

Es fundamental considerar igualmente la fragilidad de este tipo de material y la precaución que debemos tener a la hora de transportarlo y trabajarlo. En este sentido, la gama PAM ECOGEL cumple los requisitos para garantizar la adecuada instalación de la gama cerámica. Su fórmula está diseñada para un gran número de aplicaciones entre las que, como no podía ser de otra forma, se encuentra la colocación de gran formato. 

Entre una de sus muchas sus propiedades es más cremoso, posee una gran adherencia tanto al soporte como a las piezas cerámicas. Otra de ellas es la doble consistencia, sus propiedades técnicas no varían con la incorporación de más o menos agua, lo que facilita el trabajo y asegura una mejor colocación. La gelnología SP también permite al profesional trabajar sin polvo, avanzando así hacia las exigencias del futuro en temas medioambientales y protección de la salud de los profesionales y acercando a ambos material y colocador hacia un mundo mucho más sostenible. 

Además destaca por sus propiedades flexibles, adaptándose a las temperaturas de su uso final, y por su deslizamiento nulo, pues gracias a la incorporación de fibras, se consigue un armado del adhesivo que permite mayores espesores sin descuelgue. De esta forma, Molins con su GAMA PAM ECOGEL consigue posicionarse como un gran aliado para la manipulación y colocación de piezas de gran tamaño y las características propias que presentan.