Mujeres en la construcción y su evolución

La construcción siempre se asocia a los hombres, ¿Pero por qué es así? Las cifras de mujeres que trabajan en la construcción van en aumento y poco a poco alcanzan un mayor protagonismo. Te contamos toda su evolución y repasamos las principales magnitudes.

En la actualidad, el nivel de ocupación femenino en la construcción es significativamente inferior y diferente al del hombre. La construcción suma más de 20.000 mujeres en 2021, que ya representan el 9,6 % de las personas ocupadas en el sector.

La mayoría son asalariadas, con contratos indefinidos y jornada completa, lo que las sitúa con una mayor estabilidad laboral respecto al resto de ocupadas de otros sectores, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y analizados en el último informe “Mujeres en el sector de la construcción” del Observatorio Industrial de la Construcción.

En este sentido, el estudio también arroja datos reveladores: el crecimiento de las mujeres ocupadas en el sector de la construcción fue del 21,4 % respecto a 2020 -año marcado por la pandemia-, el más alto de los últimos once años, y del 8,3 % en comparación con 2019.

Mujeres en la construcción y su evolución: datos actualizados

Así, en este contexto, la media anual de trabajadoras ocupadas en el sector laboral de la construcción durante 2021 fue de 123.637 empleadas -o lo que es lo mismo 21.756 trabajadoras más que el año anterior-, y supone casi un 10% (un 9,6%, en concreto)  del total de personas ocupadas en el sector, frente al 8,2% registrado en 2020.

Si tenemos en cuenta el último dato de la EPA correspondiente al cuarto trimestre del año, esta cifra mejora notablemente, al situarse en un 10,12 % la representación de mujeres en construcción (31.200 empleadas más que en 2020).

En concreto, según este último informe de “Mujeres en el sector de la construcción”, basado en el análisis de los microdatos extraídos de la EPA 2021, del Instituto Nacional de Estadística, el crecimiento de las ocupadas en la construcción fue del 21,4% respecto a 2020 -año marcado por la pandemia-, el más alto de los últimos once años, y del 8,3% en comparación con 2019.

El informe hace un análisis del perfil de las mujeres que trabajan en la construcción. Por edad, más de la mitad de las trabajadoras del sector tienen entre 35 y 54 años (65,6%), coincidiendo con la mayor concentración de trabajadores hombres por edad, seguido del rango comprendido entre 25 y 34 años (con un 17,7%), mayores de 55 (13,5%) y, por último, el conjunto de trabajadoras de 20 años o menos (3,2 %).

En cuanto al nivel de formación de las trabajadoras de la construcción, un 61,6% cuenta con estudios superiores, un 23% de la segunda etapa de estudios de educación secundaria (de las cuales algo más de un 12% proviene de la FP de Grado Medio), un 15% de un nivel de primera etapa de educación secundaria y, por último, un 1,4%, con estudios primarios o incompletos.

Brechas de género del trabajo de construcción para mujeres

La incorporación de la mujer al sector y la ruptura de la brecha de género son dos grandes desafíos para el sector de la construcción en los que se debe seguir avanzando.

En este contexto, desde la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) se reconoce que el papel de la mujer en sus empresas no es el que les corresponde y por eso ha reforzado su compromiso para impulsar la presencia femenina en las empresas.  Así, la patronal se ha adherido al manifiesto ‘Cimientos de Igualdad’ con el objetivo de fomentar la igualdad de género y aumentar la sostenibilidad y competitividad de la construcción.

Esta iniciativa, que ha arrancado como una alianza estratégica del sector, tiene como objetivos que la construcción sea un sector más atractivo para que se incorporen a él mujeres jóvenes -aprovechando nuevas tendencias en los procesos productivos basadas en la digitalización, la industrialización y la economía circular-; vincular al sector con el compromiso, y la sostenibilidad como desafío pendiente, necesario y oportunidad de empleo y desarrollo e innovación para atraer a las mujeres hacia un inicio de su carrera profesional en el sector.

Se trata, además, de impulsar un empleo de calidad y con futuro y de lograr el compromiso de empresas y entidades del sector para desarrollar políticas de diversidad de género, incluyendo la promoción de las mujeres a puestos directivos.

Cambios generacionales en el sector de la construcción

En Molins, Celia Pérez, nuestra directora general, participó recientemente en una mesa redonda sobre el papel de la mujer en la construcción y analizó la evolución femenina en el sector según las estadísticas. En el año 2020, según explicó, el porcentaje de mujeres directivas del sector era del 29%.

“Es cierto que estamos en un sector masculinizado, pero a través de Planes de Igualdad, como tenemos muchas empresas, esta situación está cambiando cada día”, según subrayó la directora general. Además, explicó que en el sector “tenemos la obligación de ser un sector atractivo para las mujeres, porque sí se puede”.

El sector de la construcción debe afrontar, asimismo, un buen número de desafíos en los próximos años, entre ellos, prestigiar la imagen de un sector en el que poco a poco se va abriendo paso en las nuevas tecnologías, avanza hacia la sostenibilidad y va superando una imagen distorsionada por la crisis de 2008. Todo ello, sin duda, ayudará a impulsar también nuevos cambios generacionales.

Es clave, en este sentido, captar mano de obra juvenil -esencial, con la alta tasa de paro actual entre este segmento de población- y femenina. Las mujeres aportan creatividad, un eje fundamental para la productividad y competitividad en las compañías constructoras, una aportación que será determinante para la ejecución de los Fondos europeos y de los objetivos incluidos en el Plan de Recuperación.

En cualquier caso, al igual que en otros sectores, debemos avanzar en un análisis riguroso sobre las barreras y obstáculos a los que se enfrentan las mujeres a la hora de acceder a empleos en la construcción.

Es importante, por tanto, identificar oportunidades para que ellas puedan desarrollar su carrera profesional dentro de las empresas en las mismas condiciones que el resto de sus compañeros. Es un largo camino, pero también es cierto que se ha avanzado mucho. Se están desterrando tabúes y estereotipos de género que limitaban el acceso al sector y se está impulsando la presencia femenina en el sector. Pero, al igual que en la construcción, todos los sectores productivos deben ampliar la oferta formativa e impulsar las oportunidades laborales para que las mujeres puedan acceder a los puestos de trabajo y promocionar en las mismas condiciones que sus compañeros.

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