Productos con MCI para reparar Patologías del Hormigón

¿Qué son las Patologías del Hormigón? En este artículo, explicaremos las más frecuentes.

Las patologías del hormigón son problemas o defectos que pueden aparecer en las estructuras de hormigón, ya sean edificios, puentes, pavimentos u otras obras de ingeniería. Pueden ser causadas por diversos factores derivados de la calidad de los materiales utilizados, del diseño, de la ejecución de la obra o de condiciones y agentes ambientales desfavorables, como el exceso de humedad o temperatura.

Una de las patologías más comunes en el hormigón es la carbonatación. Este fenómeno ocurre cuando el dióxido de carbono del aire en presencia de humedad reacciona en el interior del hormigón, provocando una disminución del pH en el hormigón, dejando las armaduras desprotegidas frente a la corrosión. 

Las estructuras de hormigón armado se deterioran por ataques sobre el propio hormigón o por la corrosión de su armadura. La presencia de contaminantes, como el dióxido de carbono atmosférico y los cloruros, provocan este deterioro, ya que favorecen la oxidación del acero.

Otra patología frecuente es la aparición de grietas y fisuras en el hormigón armado. Estas fisuras pueden deberse a diferentes motivos, como la retracción del hormigón durante el fraguado, cambios de temperatura, sobrecargas o asentamientos diferenciales del terreno. Las fisuras pueden comprometer la resistencia y durabilidad del hormigón, permitiendo la entrada de agua y agentes agresivos, lo que acelera la corrosión de las armaduras y debilita la estructura. 

Para prevenirlas y corregirlas, es fundamental contar con un adecuado control de calidad en la producción del hormigón, así como un diseño y ejecución de la obra cuidadosos. Además, el monitoreo y el mantenimiento regular de las estructuras son cruciales para detectar cualquier patología a tiempo, asegurando la seguridad y la durabilidad de las obras.

Así, es fundamental elegirlos de forma que puedan proteger correctamente frente al agente agresor, por supuesto, previo análisis y diagnóstico del problema que queremos abordar. 

Para ello, la protección de la armadura del hormigón es fundamental. En muchos de los casos, las infraestructuras de hormigón presentan elementos con recubrimiento insuficiente o una elevada porosidad, lo que hace que las armaduras sean más vulnerables a la corrosión.

En este contexto, los sistemas modernos de protección del hormigón armado mediante el empleo de Inhibidores Migratorios de la Corrosión -basados en aminoalcoholes y aminocarboxilatos- permiten alcanzar altos niveles de protección. 

Estos Inhibidores se desplazan como un líquido a través de la matriz de hormigón por acción capilar y migran -debido a su fase de vapor- a través de la estructura porosa del hormigón. 

Los inhibidores migratorios se clasifican como inhibidores mixtos, lo que significa que afectan tanto las porciones anódicas como catódicas de una celda de corrosión. Aumentan así, significativamente, el umbral necesario de cloruros para el ataque, reducen la velocidad de difusión y, además, reducen la velocidad de corrosión de las armaduras una vez que esta se inicia.

¿Cómo prevenir las patologías del hormigón? Listado de consejos

Te damos unas líneas de actuación, muy generales, para prevenir las posibles patologías que pueden surgir en el caso del hormigón.

Diseño adecuado: 

Asegúrate de contar con un diseño estructural y de mezcla de hormigón apropiado para el proyecto específico, considerando las cargas, exposición ambiental y requisitos de resistencia.

Selección de materiales de calidad: 

Utiliza materiales de construcción de alta calidad, incluyendo cemento, agregados y aditivos. Verifica que cumplan con las normas y estándares adecuados.

Control de la relación agua-cemento: 

Mantén una proporción adecuada de agua y cemento para lograr una mezcla compacta y resistente. Evita el exceso de agua, ya que puede debilitar la resistencia y durabilidad del hormigón.

Cuidado en el proceso de mezclado: 

Asegúrate de mezclar adecuadamente todos los componentes del hormigón, evitando segregación y garantizando una distribución uniforme de los materiales.

Curado adecuado: 

Proporciona un proceso de curado adecuado para permitir que el hormigón alcance su resistencia óptima. Utiliza técnicas como el riego constante, la aplicación de membranas de curado o la utilización de compuestos químicos adecuados.

Control de la humedad: 

Evita la entrada de agua no deseada al hormigón mediante un adecuado diseño de drenaje y una correcta impermeabilización de las superficies expuestas.

Protección contra agentes agresivos: 

Considera la exposición del hormigón a agentes como el cloruro, sulfato u otros productos químicos corrosivos, y toma medidas para protegerlo mediante recubrimientos, selladores u otros sistemas de protección.

Mantenimiento regular: 

Realiza inspecciones periódicas para detectar tempranamente posibles patologías, como fisuras o corrosión, y toma las medidas correctivas necesarias de manera oportuna.

Profesionales especializados: 

Asegúrate de contar con personal calificado y experimentado en la ejecución y control de calidad del hormigón, siguiendo las buenas prácticas de construcción.

Normativas y estándares: 

Familiarízate con las normativas y estándares locales e internacionales relacionados con el hormigón, y asegúrate de cumplir con ellos en todas las etapas del proyecto.

Al seguir estos consejos, estarás tomando medidas preventivas para evitar patologías y promover la durabilidad del hormigón en tus proyectos de construcción.

Productos con MCI para reparar Patologías del Hormigón

En nuestra compañía, experta en soluciones innovadoras para una construcción saludable, hemos lanzado una nueva generación de morteros con inhibidores migratorios de la corrosión MCI®, una gama de productos con la tecnología más avanzada para impulsar la máxima durabilidad del hormigón armado. 

Con esta generación de morteros, pionera en el mercado nacional, Molins consolida su apuesta por la innovación y por la sostenibilidad, ejes que permitirán prolongar al máximo la vida útil de las estructuras de hormigón.

Se trata de conseguir que las reparaciones realizadas en las estructuras tengan una mayor resistencia a la corrosión. Y una mayor durabilidad significa menos reparaciones, una mayor integridad estructural y una vida útil más larga, que se traduce también en una mayor sostenibilidad y una reducción de la huella de carbono. 

Como hemos comentado, las estructuras de hormigón armado se deterioran por ataques sobre el propio hormigón o por la corrosión de su armadura. La presencia de contaminantes, como el dióxido de carbono atmosférico y los cloruros, provocan este deterioro, ya que favorecen la oxidación del acero. 

Y, en concreto, estos dos fenómenos -carbonatación del hormigón y ataque por cloruros- hacen imprescindibles las tareas de mantenimiento continuado a lo largo de la vida de la estructura y, por tanto, un coste adicional.

Nuestros productos -que cumplen con los requerimientos de las normas EN 1504-3 clase R4, EN 1504-2 y EN 1504-7-, han formado parte de diversos ensayos de corrosión acelerada que han acreditado cómo los morteros PROPAM® REPAR TECHNO 40 MCI y PROPAM® REPAR TECHNO FLUID MCI, retrasan la iniciación de la corrosión por carbonatación al menos seis veces frente a morteros tradicionales y mejoran la concentración crítica de cloruros hasta valores muy superiores a los habituales en morteros tradicionales u hormigón. 

Cómo reparar patologías del Hormigón con Productos MCI 

Desde Molins empleamos la tecnología más avanzada en Inhibición Migratoria de la Corrosión (MCI®), en base a la cual hemos desarrollado los morteros técnicos más avanzados del mercado, aportando una solución de máxima durabilidad en las reparaciones ejecutadas.

• Mortero para reparación estructural del hormigón Clase R4.
• Revestimiento (C) para protección contra la penetración (PI), control de humedad (MC) e incremento de la resistividad por limitación del contenido de humedad (IR).
• Recubrimiento para la protección de armaduras contra la corrosión.
• Protección activa mediante Inhibidores migratorios MCI®.

Mediante distintos ensayos técnicos, en los que el mortero es sometido a procesos de carbonatación y de ataque por cloruros, desde Molins hemos podido confirmar la mejora conseguida y el excelente comportamiento protector de los morteros.

Así, PROPAM® REPAR TECNO 40 MCI Y PROPAM® REPAR TECHNO FLUID MCI, fabricados con inhibidores de la corrosión migratorios (MCI®) tienen la capacidad de aumentar en el caso de la corrosión por iones cloruro el umbral de concentración al que este se produce habitualmente y retrasar cuando la corrosión se inicia, disminuyendo la velocidad de corrosión (pérdida de sección de la

armadura). 

Igualmente, actúa sobre los fenómenos de corrosión por carbonatación, retrasando el inicio de esta y ralentizando también su velocidad una vez se haya iniciado.

Consejos para la reparación con Productos MCI de Molins

Podemos actuar de manera preventiva o curativa con nuestros productos MCI.

Mediante el empleo de inhibidores líquidos como CORTEC MCI 2020, podemos proteger estructuras recién fabricadas sin patologías, aumentando considerablemente la durabilidad de la estructura, gracias a su capacidad de penetración en el hormigón, más de 7 cm en 30 días. Además, no impide la difusión de vapor a través del hormigón.

En el caso de reparaciones curativas del hormigón, la combinación de CORTEC MCI 2020 sobre la estructura preparada antes de su reparación, nos permitirá actuar sobre las zonas más internas del hormigón y alcanzar las armaduras más internas, para posteriormente reparar las armaduras descubiertas con un mortero de altas prestaciones, PROPAM REPAR TECHNO 40 MCI, que incorpora los inhibidores de corrosión.

El proceso de reparación con PROPAM REPAR TECHNO 40 MCI, no requiere de ninguna actuación adicional a las ya realizadas habitualmente.

¿Quieres saber más? Te dejamos aquí, en este enlace, todas las soluciones con inhibidores de corrosión que propone Molins. 

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