SATE - Aislamiento Térmico

¿Qué son las casas pasivas? Confort para la vivienda y para el medio ambiente

La sostenibilidad ha pasado de ser el futuro al que mirábamos hace un tiempo a un presente real y latente por el que todos debemos trabajar en todos los niveles y desde todos los sectores. La última Cumbre del Clima, celebrada en Glasgow, ha marcado un nuevo objetivo: reducir las emisiones globales un 30% de aquí a 2030.

Una propuesta del presidente estadounidense, Joe Biden, que la UE ha apoyado y otros líderes mundiales también. Por lo que es urgente pasar a la acción, y desde el ámbito de la construcción debemos y podemos contribuir a esta meta. Sobre todo, porque tenemos un parque de viviendas en España con una media de más de 40 años. ¿Qué significa esto? Que nuestras casas no cumplen con la normativa actual en materia de eficiencia energética y se han convertido en los grandes depredadores de energía de las ciudades, culpables del 40% de las emisiones que se lanzan a la atmósfera.

Porque definitivamente la edad de las viviendas influye en cómo están construídas y bajo qué parámetros. Y en estos 40 años las cosas han cambiado mucho. Porque ahora tenemos datos sobre cuánta energía demandan los hogares y, también, cuánta pierden por culpa de una construcción ineficiente. Es decir, sin un correcto aislamiento térmico.

Porque estos sistemas, que envuelven la fachada por el exterior a modo de abrigo, pueden reducir hasta un 30% las pérdidas de energía de las casas, tanto en verano como en invierno, manteniéndolas siempre a una temperatura confortable que, a la vez, evite que se abuse de los termostatos y se consuma energía en exceso en el interior para estar calientes en invierno y frescos en verano.

Una solución, que es imprescindible para reducir la factura energética y medioambiental que ahora mismo nos están costando las viviendas. En un contexto, además, de encarecimiento sin precedentes de la factura de la luz. Por ello es momento de dar un paso adelante y hablar de un nuevo concepto de vivienda, las ‘casas pasivas’.

¿Qué son las casas pasivas?

Se trata de las ‘Passivhaus’, un concepto de origen alemán que cada vez tiene más calado en España, sobre todo en Navarra, una de las regiones con más proyectos certificados. Estas edificaciones demandan tan solo el 10% de la energía empleada por una vivienda de tipo medio, pues su estándar de construcción combina un elevado nivel de confort interior con un consumo de energía muy bajo.

Esto se logra cuidando al máximo la envolvente térmica, es decir, el aislamiento de la vivienda, eliminando los puentes térmicos por los que escapa la energía. Además, cuentan con un elevado grado de estanqueidad al aire y un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor y, la escasa energía que demandan, la pueden obtener de fuentes renovables.

Hablamos, por tanto, de una construcción que no daña al medio ambiente con una demanda ingente de recursos. De hecho, los datos hablan por sí solos. En España, con los primeros 75.000 metros cuadrados de superficie construida de Passivhaus, según la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP) en tan solo seis años dejaron de consumir 1.845.892 KWh de energía final, es decir, un ahorro de la factura energética de casi 280.000 euros. Además, las primeras 90 casas pasivas ya construidas en España han dejaron de emitir el CO2 equivalente a lo absorbido por 51.266 árboles.

Sistemas sobre los que se construyen las casas pasivas

En Molins contamos con nuestro sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE) Propam Aisterm que es esencial para el ahorro energético y para la construcción y certificación de casas pasivas, pues elimina la aparición de puentes térmicos, minimiza el riesgo de condensaciones y no contribuye a sobrecargar las estructuras, debido a que no se utilizan piezas de elevado peso y tamaño.

Y todo ello con un coste económico más bajo que otras soluciones con prestaciones térmicas similares. Y es que el futuro ya está más que en marcha y este tipo de edificaciones es hacia las que debemos dirigirnos. Además, con soluciones que, igualmente, dañen lo menos posible el planeta, algo que desde Molins es objeto de nuestro trabajo diario: diseñar soluciones y productos sostenibles para una construcción cada vez más sostenible.