Reparación de rampas de entrada al parking del mercat de Sant Antoni

Descripción sistema

El mercat de Sant Antoni es uno de los mercados más importantes de Barcelona. Su construcción tuvo lugar a comienzos del año 1879 y se terminó en septiembre de 1882.

Es el único mercado que ofrece actividad durante los 7 días de la semana. Además de la venta de alimentos frescos, los encantes (mercado de materiales de todo tipo) y los domingos libreros, coleccionistas de todo tipo se dan cita en dicho mercado.

En el año 2007 comenzaron las obras de reforma, pero fue en 2009 cuando se cerró de forma definitiva el antiguo mercado para comenzar la remodelación del nuevo mercado que finalizó en 2018, debido a que se fueron retrasando dichas obras por el hallazgo de restos arqueo-lógicos pertenecientes a la Vía Augusta romana, a una necrópolis y a los restos del Baluarte de Sant Antoni.

En esta reforma, para dar cabida a toda su actividad, se construyeron cuatro plantas subterráneas destinadas a mercancías y parking.

Motivo de la intervención

La gran actividad que se concentra en el mercado, la entrada y salida tanto de mercancía como de vehículos particulares, ha provocado el desgaste y deterioro de las rampas de acceso al parking.

Este deterioro se ha traducido en pequeños baches y desconchones, sobretodo en la zona de paso de las ruedas de los vehículos, provocando problemas del desplazamiento de la carga en los camiones, así como la incomodidad de los usuarios del parking.

Para evitar dichas incomodidades, y dotar de mayor seguridad la entrada de los vehículos, se han reparado las dos rampas de acceso mediante un revestimiento de poliuretano, con tratamiento antideslizante.

Retos y limitaciones

» Necesidad de encontrar un sistema de rápida aplicación, con materiales muy resistentes, dado el tránsito diario al que están sometidas las rampas reparadas.
» Al tratarse de un periodo del año donde es posible que llueva, el proceso de aplicación y secado de los materiales empleados deben ser rápidos.
» Debido a la actividad diaria del mercado, se tuvo que regular el acceso al parking, ya que no se pudo cerrar mientras se realizaron los trabajos.

Solución Molins

» Limpieza y preparación exhaustiva del soporte mediante lijado, y si fuese necesario granallado de las rampas y posterior aspirado de las mismas.
» Aplicación de imprimación epoxídica BETOPOX® 896, espolvoreo de árido (0,4-0,9 mm.) a saturación.
» Barrido y aspirado del árido sobrante y aplicación del revestimiento de poliuretano BETOPOL (color gris) y nuevo espolvoreo de árido, para conseguir un nivel de antideslizamiento óptimo.
» Barrido, aspirado y aplicación de capa de terminación con BETOPOL (color gris).

Ejecución

Preparación del soporte:

» 1. En primer lugar, se realizó la planificación de los trabajos priorizando la actividad, tanto de entrada de mercancías como de clientes a las plantas del parking. Para ello, se tuvo que cerrar la primera rampa sobre la cual se iba a actuar, instalando unos semáforos para regular el tráfico de entrada y salida.
» 2. Posteriormente, se procedió a la comprobación y eliminación de todas aquellas zonas del recubrimiento anterior des-pegadas o mal adheridas, hasta conseguir que dicho soporte fuese suficientemente resistente.

» 3. A continuación, se realizó un lijado exhaustivo de toda la superficie y su posterior aspirado hasta obtener una superficie con el poro abierto, totalmente limpia de polvo y partículas sueltas del anterior pavimento.

Seguidamente, se procedió a la aplicación del Sistema Multicapa de Molins:

» 1. Se aplicó BETOPOX® 896, imprimación epoxi transparente 100% sólidos y de baja viscosidad con una dotación de 350 gr/m2, mediante rodillo para conseguir una perfecta adherencia del sistema al soporte. Con la imprimación aún en fresco, hasta 90 minutos aproximadamente y siempre en función de las condiciones ambientales, se realiza un primer espolvoreo de árido de cuarzo, de tamaño 0,4-0,9 mm. con un consumo aproximado de 1 Kg/m2, hasta saturación de la imprimación.

BETOPOX® 896 se presenta en conjuntos predosificados de 2 componentes. No se recomienda realizar nunca mezclas parciales puesto que la relación de mezcla es estricta. Para su mezcla, se vertió el contenido del componente B (endurecedor) dentro del envase de componente A (resina) y se mezclaron ambos componentes con la ayuda de un agitador mecánico de baja velocidad (<400 r.p.m.) asegurando que el agitador alcanzara los laterales y el fondo del recipiente y procurando no incorporar aire a la mezcla, hasta la total homogeneización de ambos componentes.

El tiempo de vida de la mezcla dentro del envase (pot life) es de aprox. 35 min, por lo que se iban mezclando los conjuntos a medida que se aplicaban.

» 2. A continuación, se realizó un lijado. Transcurridas 24 horas, se procedió a barrer y aspirar para eliminar todas aquellas partículas de árido no adheridas.
» 3. Seguidamente, para garantizar un grado óptimo de resbaladicidad del pavimento, se aplica una segunda mano de BETOPOL, con una dotación aproximada de 250 g/ m2, y se realizó nuevamente un espolvoreo de árido de cuarzo (0,4-0,9 mm.) hasta saturación.
» 4. Al día siguiente, se barrió y aspiró el pavimento, nuevamente. Con objeto de eliminar cualquier resto de árido no adherido adecuadamente, en la etapa anterior, y garantizar la cohesión del sistema completo.

» 5. Una vez realizada esta aplicación sobre el pavimento, se procedió a la aplicación de una capa terminación de BETOPOL, recubrimiento de poliuretano alifático bicomponente pigmentado de gran resistencia a la abrasión, con un consumo aproximado de 200 g/m2. En primer lugar, se realizó la aplicación en aquellos puntos singulares (esquinas y zonas de difícil accesibilidad), y posteriormente se aplicó una primera mano del recubrimiento final.

» 6. Por último, al día siguiente se procedió a la aplicación de una última capa con BETOPOL.

Nota técnica

Clasificación de resbaladicidad

La resbaladicidad es la característica de los pavimentos dada por la posibilidad de resbalamiento o deslizamiento del usuario por la constitución superficial del pavimento.

El Documento Básico DB SUA-1 del CTE, establece la exigencia de evitar el riesgo de resbalamiento en los suelos de los edificios o zonas de uso Residencial Público, Sanitario, Docente, Comercial, Administrativo y de Pública Concurrencia, excluidas las zonas de ocupación nula, que están definidas en el anejo SI A del DB SI.

Al efecto, se debe cumplir con la siguiente tabla de clasificación exigible a los pavimentos en función de su utilización.

La muestra seleccionada será representativa de las condiciones más desfavorables de resbaladicidad.

(1) Excepto cuando se trate de accesos directos a zonas de uso restringido.
(2) En zonas previstas para usuarios descalzos y en el fondo de los vasos, en las zonas en las que la profundidad no exceda de 1,5m.